05 febrero 2008

Cambio del nombre del Instituto - Primera parte

“Al kahal del doce”
Salvador Wolochin
Técnico en Comunicación Social – Egresado del Instituto Nº 12
“Al kahal del doce” fue su Trabajo Práctico Final en 2004 para la materia “Expresión Oral I”



Al kahal del doce
El personaje elegido hoy es desconocido por muchos, como tantos otros que cuelgan en carteles callejeros, plazoletas, pasajes e infinidades de instituciones públicas
¿A quién le toca esta vez?

Hablaré de Gustavo Martínez Zuviría, que acompaña con su nombre al Instituto Nº 12 desde 1969. Como dije antes, también lo podemos encontrar cuando caminamos por ahí. Al oeste de la ciudad corría la calle Nº 181. El 13 de marzo de 1974 el honorable Consejo Deliberante sancionó la ordenanza 6833 que le impuso el nombre de “Hugo Wast”. Explico, nuestro Martínez Zuviría hizo muchas cosas en su vida. De joven comenzó a escribir. Bajo el seudónimo de Hugo Wast. O sea, la misma flor con idéntico perfume.

Gustavo Martínez Zuviría fue muy famoso, la pluma más leída y la que más vendió, desde la década del veinte a la década del cuarenta. Se vendieron, sólo en ese tiempo, tres millones de ejemplares de todas sus obras. Esas ganancias le permitieron ser el único escritor del período que vivía de la literatura. Entre sus obras más conocidas podemos encontrar “Flor de durazno”, “La casa de los cuervos”, “Los ojos vendados”. Su novela “Desierto de piedra” recibió el premio nacional de literatura en 1926.

El señor del nombre de nuestro instituto no sólo escribió, Gustavo fue miembro del Partido Demócrata Progresista, candidato a vicegobernador de nuestra provincia y desde 1916 a 1920 nos representó como diputado nacional. En 1922 renunció al partido, por la postura anticlerical de otro miembro, Lisandro de la Torre, el que denunció la mafia de las carnes, el que hoy también nombra una calle, pero no un instituto.

Hugo Wast fue nombrado Director de la Biblioteca Nacional en 1931. En 1935, ocupando ese cargo, publicó El Kahal y Oro, dos obras muy discutidas y criticadas, en las que, según dicen los libros de historia, asume el rol de intelectual católico nacionalista. ¿Quieren escuchar un fragmento de su prosa? En el Kahal escribió así “La Tradición católica no la vamos a hallar en los discursos y los folletitos de propaganda que pretenden enternecernos con la suerte de los pobrecitos judíos dueños del oro y acaparadores de las cosechas argentinas, fundadores de la masonería y del comunismo, tantas veces anatematizados por los papas; propietarios de las radios, de los cinematógrafos y empresas de publicidad; es decir, dispensadores de la fortuna y de la fama y de las posiciones políticas, que alucinan a tantos”(1). Éste fragmento y otras novelas fueron traducidas a catorce idiomas, entre ellos inglés, francés y alemán.

En 1943 el Presidente de facto Pedro Ramírez lo designó Ministro de Justicia e Instrucción Pública. Es aquí donde seguro entró en la casa de nuestros abuelos. Digo esto ya que ellos estudiaron en la escuela pública o escucharon radio en su casa, ¿no?. Como Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Gustavo Martínez Zuviría impuso la enseñanza religiosa en todas las escuelas, intervino las universidades y censuró a Niní Marshall. Ella fue la humorista más popular de su tiempo, y, para muchos, la mejor de toda la historia de nuestro país. Según el señor ministro, algunos de sus personajes deformaban el idioma y eran una mala influencia para un pueblo incapaz de discernir.

¿Quién recuerda aquellos años? El escritor mexicano Carlos Fuentes, el mismo que inauguró con su discurso el Congreso de la Lengua en Rosario. Fuentes vivió en la Argentina en los años ’40 y así rememoró al señor ministro cuando estuvo por estas tierras “...impartía una ideología claramente racista, reaccionaria, pronazi y antisemita a la educación pública argentina”(2)
En 1954 el Presidente Juan Domingo Perón destituyó a Hugo Wast de su cargo como Director de la Biblioteca Nacional. Luego, el escritor, ex diputado nacional y ex ministro de un gobierno de facto publicó dos novelas más y en marzo de 1962 falleció en Buenos Aires.

Los estudiantes no teníamos la obligación de conocerlo, a secas o con seudónimo, antes de ingresar a este instituto. Ahora deberíamos empezar a indagar alguito sobre su persona. Quien quiera leer sus novelas, lo puede hacer, sus libros están en cualquier biblioteca popular. Quien quiera ampliar sobre algo de lo que expuse, también lo puede hacer. De esta forma cuando venga otra vez el Turco Cherep, Horacio Verbitsky o algún extranjero y critique a Gustavo Martínez Zuviría o a Hugo Wast, en ocasión de la inauguración del nuevo edificio, por ejemplo, entenderemos ese idioma, estaremos posicionados, y, por sobre todas las cosas, no nos dejarán fuera de juego

Gracias por su tiempo.

Ah! con esto termino, ¿no le sacaríamos un peso de encima a Hugo Wast borrando su nombre, tanto en el 12, como en calles por donde transitan personas de libre pensamiento?

Me la contestan otro día.





Precisar el contexto del texto
El texto va dirigido a la comunidad educativa del Instituto Nº 12, pero con algunos retoques en el final podría adaptarse a cualquier público. Lo escribe un estudiante que proviene de esta casa de estudios. El objetivo del texto es presentar a algunos oyentes y ampliar a otros que quizás lo conozcan, algunos puntos que sobresalerieon en la vida de Gustavo Martínez Zuviría. Asimismo sería importante que producto de estas palabras mis compañeros se vean interesados en indagar aún más sobre este personaje y eso les ayudaría a tomar una posición frente a este tema. La producción y la escritura esta empapada en nuestra vida diaria santafesina con un inevitable aire nacional. Por consiguiente, “Al kahal del doce” será dicho frente a un público que convive dentro de una misma ciudad y país (al menos en los papeles).

Fuentes utilizadas
Bagnarol, Isabel y Ricardini, María Teresa, “Historia de la Escuela de Bibliotecología.” Instituto Nº 12 “Gustavo Martínez Zuviría”, 1989.
Lvovich, Daniel. Nacionalismo y antisemistismo en la Argentina. 1º edición, Buenos Aires, Javier Vergara Editor, 2003.
Moreno, Juan Carlos, Genio y Figura de Hugo Wast. Buenos Aires, Editorial Universitaria, 1969.
Ravina, Aurora, et al, “Historia de los partidos políticos argentinos” Fascículo nº 24. Colección del diario Página/12, 2004.
Rock, David, et al, La derecha argentina. Buenos Aires, Javier Vergara Editor, 2001.
Ulanovsky, Carlos, et al, Días de radio. Historia de la radio argentina. 2º edición, Buenos Aires, Espasa Calpe, 1995.
Wast, Hugo, El kahal. 14º edición, Buenos Aires, Thau editores, 1945.
Suplemento “Nosotros”, diario “El Litoral” 27/11/04
Sitio web de la Agencia Informativa Católica Argentina. http://www.aica.org/
“Hugo Wast. Un breve análisis y reseña biográfica”. Revista Arbil nº 74. http://www.arbil.org/
(1) Wast, Hugo: El kahal. 14º edición, Buenos Aires, Thau editores, 1945 (pg. 19)
(2) Suplemento “Nosotros”, diario “El Litoral” 27/11/04






En el año 2006 en el instituto existió una votación para cambiar su nombre. En diferentes notas te contaremos en que quedó este tema.

MEIPP Centro de Estudiantes del Instituto Nº 12

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