El CEIQ, como es tradición, se encontraba organizando desde la Secretaría General el "Baie del ingresante" para que pudiera ser realizado el primer Jueves de este cuatrimestre. El Proyecto correspondiente fue aprobado por la Comisión Directiva (el 08/02/08), y se había solicitado a Decanato (el 27/02/08) la disposición del edificio de la Facultad para la realización del evento. Al respecto, el Sr. vice-decano Ing. Alejandro Bernabeu, expresó en forma oral (el 28/02/08) preocupación sólo por el pago de los impuestos de AADI-CAPIF y SADAIC y aprobó la realización con ese llamado de atención. Por supuesto, procedimos a averiguar sobre la habilitación previa, suma que rondaba los $500.
También se procedió a imprimir las entradas (que por los tiempos de la imprenta debía hacerse con anticipación) y los carteles y a averiguar por las bebidas, sonido, iluminación, vasos, etc.
El Martes 04 de marzo el Sr. vice-decano nos cita para hablar "algo sobre la peña". El Jueves 06 nos reunimos con él y se nos comunicó, a sólo siete días de la fecha prevista para la realización de la peña, que "él no suspendía el baile", pero que no podía autorizar el uso de las instalaciones.
La razón de esta decisión se fundamenta en un e-mail que Decanato había recibido desde la Dirección de Obras y Servicios de la UNL, a cargo del Arq. Marcelo Saba, en el cual se expresa que "respecto a la posibilidad de organizar fiestas, bailes y eventos multitudinarios en los edificios de la UNL" se "solicita" a los Decanos abstenerse de autorizar la realización de bailes. El mismo e-mail indica que las empresas aseguradoras no cubrirían siniestros relacionados con actividades de índole académico.
¿Puede un simple e-mail (que "solicita", no obliga) ser tan relevante? La seriedad del mismo, que indica que las aseguradoras no nos cubren en las actividades académicas es cuestionable. Además se refiere a los edificios de la UNL ¿acaso no podrán seguir realizándose eventos multitudinarios en el predio, el foro o el paraninfo? ¿Se suspenden las peñas de otras facultades?
Las peñas y bailes son algo que nos gusta a los estudiantes y son la principal fuente de ingresos del Centro. Sin embargo es insensato desconocer que la peña puede ser insegura, sobre todo en las condiciones en que se coordinaron en los últimos años. Precisamente por reconocerlo, es que nos habíamos preguntado qué podíamos hacer para que sean lo más seguras posibles, simplemente porque no podemos dejar que la conciencia por la seguridad se transforme en un miedo paralizante.
Precisamente este e-mail se fundamenta en hechos perfectamente evitables, algunos de los cuales se dieron en ediciones anteriores de la peña, hechos que con anterioridad a la virtual suspensión se le informó al Sr. vice-decano que se tendrían especialmente en cuenta para que no sucedan. Nos referimos a exceso de personas, bloqueo de las salidas, insuficiencia en las instalaciones eléctricas, bajo nivel de iluminación, desconocimiento de los medios de escape y sistema de alarma.
Es importante también saber quién es el Arq. Saba. Él estuvo a cargo del operativo que reprimió y no permitió, golpes de por medio, la entrada de estudiantes opositores a la Asamblea Universitaria del año pasado donde se eligió, con voto cantado, al nuevo Rector, Albor Cantard. ¿Cuál fue el motivo o excusa que utilizaron para no dejarnos entrar en aquella situación? Precisamente, la seguridad: el paraninfo supuestamente no tenía la capacidad para albergar a tanta gente.
Llenándose la boca con Cromañón y con los accidentes en la Universidad de Río Cuarto, las autoridades de nuestra Universidad eligen selectiva y autoritariamente, cuáles actividades son inseguras y cuáles no. Convirtiendo así a estas heridas en excusas para la represión y en pantalla de los motivos políticos, en lugar de ser utilizadas para la creación de conciencia y responsabilidad, de nuevo, una conciencia y una responsabilidad que no tiene porqué paralizarnos.
Cromañón no ocurrió porque muchas personas querían festejar, ocurrió por la ambición desmedida de varios empresarios y por la convivencia con toda una red de corrupción en el Estado. Y sobre el accidente de Río Cuarto basta leer el comunicado del Centro de Estudiantes de esa facultad.
En un hecho como este, la política nos muestra su peor cara, la de la hipocresía. Abusando de hechos dolorosos para nuestro pueblo, enmascaran sus formas de actuar.
La tradicional peña, que más que peña es un baile, no es sólo eso. Es una herramienta más para que los estudiantes nos integremos, nos sintamos parte de la Facultad y nos unamos para defenderla, como lo sería un Comedor y como lo es el Octógono, siempre y cuando dejen de sacarnos los bancos y mesas; son hechos que se relacionan y apuntan a lo mismo: a las autoridades les molesta la unión de los estudiantes.
Esta suspensión dispara muchos interrogantes:
¿Por qué decanato se negó rotundamente a escuchar las propuestas que podían hacer más seguro el evento?
¿Se necesita un e-mail desde Rectorado o que el CEIQ organice una fiesta para tomar conciencia sobre cuestiones de seguridad?
¿Necesitamos nosotros, los estudiantes, que se suspenda un baile para pensar la situación de los edificios donde estudiamos todos los días?
Si es inseguro concentrar a 900 personas en una peña, ¿cuántas personas hay dentro de la Facultad en un día y horario pico?
El e-mail indica que la peña es insegura por desconocimiento de los medios de escape y sistemas de alarma, ¿qué medios de escape y sistemas de alarmas conocemos?
¿Cuán seguros estamos todos los días?
¿Cuán seguros estamos? Esta es la pregunta clave.
Debemos trasformar esto en algo positivo. Autocriticarnos y reconocer entre todos cuán irresponsables fuimos en las peñas anteriores, por acción u omisión. Tomar conciencia y preguntarnos cuán seguros estamos todos los días en la Facultad. No permitir que usen a la seguridad como excusa de otras cuestiones, y menos aún que abusen de la memoria y del dolor. Debemos cumplir y hacer cumplir, entre todos y cada uno desde su lugar.
Sec. Gral. CEIQ
Pcia. CEIQ