01 mayo 2007
1 de Mayo - Día Internacional del trabajador
Día del Trabajador - Relato Eduardo Galeano
(Fuente El libro de los abrazos)
El origen del mundo
De El libro de los abrazosHacía pocos años que había terminado la guerra de España y la cruz y la espada reinaban sobre las ruinas de la República. Uno de los vencidos, un obrero anarquista, recién salido de la cárcel, buscaba trabajo. En vano revolvía cielo y tierra. No había trabajo para un rojo. Todos le ponían mala cara, se encogían de hombros o le daban la espalda. Con nadie se entendía, nadie lo escuchaba. El vino era el único amigo que le quedaba. Por las noches, ante los platos vacíos, soportaba sin decir nada los reproches de su esposa beata, mujer de misa diaria, mientras el hijo, un niño pequeño, le recitaba el catecismo. Mucho tiempo después, Joseph Verdura, el hijo de aquel obrero maldito, me lo contó. Me lo contó en Barcelona, cuando yo llegué del exilio. Me lo contó: él era un niño desesperado que quería salvar a su padre de la condenación eterna y el muy ateo, el muy tozudo, no entendía razones.-Pero papá– le dijo Joseph, llorando. -Si Dios no existe, ¿quién hizo al mundo?--Tonto– dijo el obrero, cabizbajo, casi en secreto. -Tonto. Al mundo lo hicimos nosotros, los albañiles.-
El 1º de mayo de 1889 quedó instituido el Día Internacional del Trabajador en la calle Prele de París, durante el Congreso de la Asociación Internacional de Sindicatos Europeos. Esta fecha fue instituida como jornada de lucha por la Segunda Internacional en julio de 1889 para perpetuar la memoria de los trabajadores que fueron detenidos y ajusticiados por manifestarse en Chicago por la jornada laboral de ocho horas. Esta reivindicación fue emprendida por obreros norteamericanos e inmediatamente adoptada y promovida por la Asociación Internacional de los Trabajadores, que la convertiría en demanda común de la clase obrera de todo el mundo. El Congreso de París de la Segunda Internacional acordó celebrar el Día del Trabajador el 1º de mayo de cada año, con mitines obreros y manifestaciones reivindicativas en todo el mundo. Desde 1890, los partidos políticos y los sindicatos integrados en la Internacional dirigieron, en casi todos los países industrializados, manifestaciones de trabajadores en petición de la jornada de ocho horas y como muestra de la fraternidad del proletariado internacional. Este origen reivindicativo y de lucha obrera está asociado al 1º de mayo, cuya celebración ha pasado por diversos avatares según el país y su régimen político. En la actualidad en casi todos los países democráticos es día festivo y los sindicatos convocan manifestaciones a la vez que realizan fiestas de hermandad. En 1954, la Iglesia católica, bajo el mandato de Pío XII, apoyó tácitamente esta jornada proletaria al declarar ese día como festividad de san José obrero. Durante el siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo social. En Argentina, entre las leyes sociales, se pueden citar la ley 4661 de descanso dominical; la Ley 9688, que establece la obligación de indemnizar los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales aunque no medie culpa patronal; la Ley 11.544, que limita la jornada laboral a 8 horas y la "Ley de despido", que trata del preaviso y de las indemnizaciones correspondientes. El 1º de mayo, en nuestro país, es feriado nacional por la Ley 21329 de Feriados Nacionales y Días no Laborables.
Antecedentes
El IV Congreso de la American Federation of Labor, celebrado en noviembre de 1884, en Chicago, propuso que a partir del 1º de mayo de 1886 se obligaría a los patronos a respetar la jornada de 8 horas, y si no, se iría a la huelga. En 1886, el Presidente de los Estados Unidos Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Esta Ley no se cumplió, por lo que las organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos empezaron a luchar por su cumplimiento: llegada la fecha, los patronos se negaron, por supuesto; pero los obreros, organizados, paralizaron el país productivo, con más de cinco mil huelgas. El episodio más famoso de esta lucha fue el incidente de mayo de 1886 en la Haymarket Square de Chicago, durante una manifestación contra la brutal represión de una reciente huelga, una bomba provocó la muerte de varios policías. Aunque nunca se pudo descubrir quién fue el responsable de este atentado, cuatro líderes anarquistas fueron acusados del mismo, juzgados sumariamente y ejecutados.
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