Carta Abierta a la Ciudadanía de Santa Fe
Desde el gobierno provincial y municipal en repetidas ocasiones se ha dicho que la situación provocada por el desastre hídrico se encuentra bajo control. Nosotros, voluntarios que desde el viernes 30 de marzo empleamos entre 12 y 14 horas de nuestro día en trabajar para y con los evacuados del Club de Regatas, que hemos suspendido cualquier otra actividad de nuestras vidas y que nos encontramos allí por estrictas razones solidarias, queremos comunicar a la población de nuestra ciudad que ese discurso oficial es falso. Después de habernos hecho responsables durante los últimos dos días, práctica y realmente, de los más de 500 santafesinos refugiados en el club, el jueves 5 de abril personal de Promoción Comunitaria de la Provincia nos “invitó” a que nos “retirásemos” del centro de evacuados, no sin propinarnos además una buena dosis de insultos.
Desde el gobierno provincial y municipal en repetidas ocasiones se ha dicho que se aceptan las críticas y las opiniones en pos de mejorar el manejo de la crisis. Pues bien, en los días que hemos pasado en Regatas, hasta que fuimos expulsados, no sólo hemos desarrollado todas las tareas de contención, sino que hemos realizado todos los registros (de los evacuados y de su estado de salud), hemos solicitado y repartido donaciones de ropa, hemos servido la (inhumana) comida –administrada en inverosímiles horarios, como las 4 de la tarde para el almuerzo o las 2 de la mañana para la cena-, hemos controlado más de 350 niños, hemos exigido y demandado (la mayor de las veces sin respuestas) los servicios de salud, de agua, etc., hemos organizado a los mismos evacuados para la realización de diversas tareas, y así. Esto es: toda estas acciones son las que hacen que un centro de evacuados esté realmente bajo control, y las hicimos nosotros, ciudadanos de a pie que no nos conocíamos previamente… ¿dónde estaba el gobierno?, ¿dónde estaba su “control”?, ¿dónde la aplicación del “plan de contingencia”? Sólo el personal que no pertenecía a la (des)coordinación general tuvo las agallas y la entereza de hacerle frente a esta situación, como Beto y Fernando, empleados rasos de Promoción Comunitaria. Y ellos mismos enfrentaron múltiples dificultades a la hora de utilizar los (siempre ocupados, siempre burocráticos, siempre inútiles) teléfonos y líneas para obtener respuestas como ropa, colchones, y frazadas (siempre pocos, siempre menos de los necesarios, siempre después de un piquete de los evacuados, siempre tarde).
Desde el gobierno provincial y municipal en repetidas ocasiones se ha dicho que no hay que politizar la crisis, que los reclamos y los piquetes poseen un evidente tinte “político” (¿no se contradice esto con que “aceptan las críticas”?, ¿qué tiene de malo un tinte político?, ¿qué son los gobernantes fuera de políticos? ¿Zarigüeyas*?). Nosotros creemos que nuestra expulsión, junto a la de los voluntarios del Predio Ferial y del Club Teléfonos, entre otras, es una típica muestra del peor de los vicios: la confusión de la politiquería de los partidos con la política de la república. Justo en los últimos días de evacuación se dan estos sucesos… Aparecen los “matoncitos” a hacerse cargo… ¿estarán queriendo hacer polítiquería con los pobres, con los santafesinos excluidos, dos veces inundados por los mismos responsables? ¿Pueden ser nuestros dirigentes tan obscenos y feroces? Lo sucedido en 2003 prueba que sí, y que también nada han aprendido en 4 años. Es por eso que, además, firmemente convocamos a toda la ciudadanía a asistir a la marcha del 29 de abril.
Finalmente, queremos saludar a Julia, Balbuena, Jesús, Gabriela, Gilda, Claudio, Guadalupe, Mary y a todos los que con su dignidad esperan que las aguas bajen para volver a empezar. Por segunda vez.
Voluntarios del Club de Regatas Santa Fe
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